Las capas de carga emocional negativa acumuladas y almacenadas causan muchos desequilibrios en nuestro cuerpo físico, mental y espiritual.
Toda emoción no expresada, prohibida, reprimida, experimenta en un futuro "el dolor ", ya que le vamos superponiendo capa a capa una corteza asfixiante.
Esto nos hace olvidar que debajo de esas capas esta nuestra fuente vital con la que venimos al mundo.
Una vibración amorosa, un poder interno.
A éste estado de bienestar te llevan los cuencos con sus tonos limpios y profundos.
Muchas veces permitir o aceptar lo que nos sucede no significa que nos guste, pero aliarnos a lo que nos pasa nos hace estar en momento presente en nuestra vida, ya que cuando resistimos vamos contracorriente.
En cambio cuando estamos presente , cuando nos permitimos sentir y liberar las emociones negativas o positivas , abrazamos la vida y entonces toda la creación cobra sentido para nosotros y se vuelve amiga nuestra.