La relación que tiene cada persona con el sonido comienza en el útero materno: escuchamos el latido del corazón, los movimientos intrauterinos, la voz materna y los sonidos que se encuentran en el medio ambiente.
Por ello, se utiliza la terapia de sonido durante el embarazo buscando mejorar la calidad del mismo, del trabajo de parto y del nacimiento; y ayudando a reducir el nivel de ansiedad y el estrés neonatal que la madre pueda tener.
Vale decir que desde que llegamos al mundo, nos relacionamos con el sonido de distintas formas; se busca a través de la terapia del sonido que esa relación sea placentera y que contribuya a la armonía física, mental y emocional de cada ser humano
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